«Las palabras sólo despliegan su poder cuando se las olvida, sólo cuando sus transcripciones se distraen, suprimen sentencias enteras o mezclan distintos modos dialectales y cambian, así, el sentido de las cláusulas. Los dones que anhelan con estos descuidos deliberados son tres: la ejecución ritual, el oro para que sus herederos lo despilfarren, y las plumas del inalcanzable Infierno. La ejecución ritual jamás se les niega, como tampoco los ríos de monedas, pero el Infierno sólo le abre sus puertas a los que ignoran los signos, a los incapaces de descubrirle el juego.»
Osvaldo Lamborghini. (Extraído de “Todo en la vida”, de Novelas y cuentos I.)